Usurpación o uso histórico: autoridades mapuche del Lof Kelwe en juicio

El lonko Segundo Luciano Huaiquifil Marivil y el werken José Huaiquifil Cañuquir del Lof Kelwe están siendo enjuiciados por la Fiscalía, por supuesta usurpación violenta de un terreno que la defensa argumenta de uso comunitario, histórico y pacífico, en oposición a los proyectos turísticos que busca instalar el Municipio de Pucón donde la comunidad cuenta con título de merced.

El pasado miércoles 12 de abril en el Juzgado de Letras y Garantía de Pucón, comenzó el juicio tras la acusación de la Fiscalía, representada por el Fiscal Carlos Hoffmann en virtud de la denuncia efectuada por el ex Intendente de la Araucanía, Víctor Manoli y el alcalde de Pucón, Carlos Barra,  por el supuesto delito de usurpación violenta en contra del lonko y werken del Lof Kelwe de Pucón, quienes según el Ministerio Público desde el 2019 usurparon un terreno ajeno que pertenecería a la sucesión Jara.

Eduardo Painevilo, abogado del Centro de Investigación y Defensa Sur (CIDSUR), en representación del werken Jorge Huaiquifil señaló: “Estamos convencidos que hay una inexistencia del delito, pues no se cumple con los requisitos del tipo penal de usurpación: no se ha actuado como señor y dueño de un terreno de propiedad de un tercero, como exige la ley. En este caso el terreno usado le pertenece por derecho territorial al Lof Kelwe, lo que está ratificado por el título de merced y el corpus iuris internacional en materia de derecho de los pueblos indígenas”, señaló el profesional, quien junto al abogado Leopoldo Huichalaf de CIDSUR, representan al werken Jorge Huaiquifil. Por otra parte, la defensa del lonko Segundo Luciano Huaiquifil está a cargo del abogado Javier Pineda.

El conflicto tiene sus antecedentes en las inversiones turísticas que el alcalde de Pucón, Carlos Barra Matamala (RN), fomenta en zonas de significancia cultural para el pueblo mapuche con proyectos de carreteras, inmobiliarias y teleféricos, que han sido frenadas por comunidades indígenas, organizaciones comunitarias y ambientalistas y el mismo Lof Kelwe. Ante esto, en mayo del 2021 el alcalde junto al concejo municipal, ingresaron una carta de solicitud al entonces Intendente de la Araucanía, Víctor Manuel Manoli Nazal (RN), reconocido empresario de transportes de la región, exigiendo acciones concretas, tras lo cual Barra ingresa la denuncia a Fiscalía mediante oficio.

“Por eso ejercemos el control territorial, que es el resguardo de la comunidad para que no lleguen estos proyectos a través de las inmobiliarias. Muchas empresas extractivistas quieren invadir nuestro territorio, lucrar y dejarnos empobrecidos, acorralados y contaminar nuestras aguas”, explicó el werken Huaiquifil, quien sostiene que se les está criminalizando por ser autoridades del lof, “pero detrás de nosotros hay muchas personas. En lo personal jamás ha ejercido violencia y ninguna persona de nuestra comunidad”, añadió.

Lof Kelwe y abogados defensores afuera del Juzgado de Letras y Garantía de Pucón

Conflicto civil y contexto histórico

Una de estas personas es Andrés Cañuquir, perteneciente al mapu Lof Kelwe, quien precisa que “en 1908 fue otorgado el título de merced, lo cual ya es una reducción porque las tierras antiguas abarcan mucho más que esos márgenes que impuso el Estado de Chile”.

De ahí que el 29 de septiembre de 2022, el Centro de Investigación y Defensa Sur, solicitó el sobreseimiento temporal respecto de su representado, el werken Jorge Huaiquifil, ya que los hechos denunciados dan cuenta de una disputa de tierras que es competencia de un tribunal civil y no de la existencia de un delito que deba ser conocido por un tribunal penal. Petición que fue rechazada por el Juzgado de Letras y Garantía de Pucón y la Corte de Apelaciones, sin que se pronunciaran respecto al fondo del asunto.

Atendiendo la historia, en el año 1932 el matrimonio de Toribio Cañuquir Calfuñir y Margarita Huaiquifil Huenupe junto a sus hijos, fueron desalojados y despojados con amenaza de armas por el colono Manuel Córdoba y un grupo de carabineros pagados quienes quemaron la ruka donde habitaban, arrojando a la bebé de la familia cerro abajo, impactando contra el tronco de un árbol y falleciendo en el acto.

Destruyeron sus siembras con caballos y sometieron a torturas al matrimonio y sus hijos mayores. De esta forma Manuel Córdoba se asentó en la comunidad como guardabosque y en 1982 solicitó a Bienes Nacionales la asignación de un paño de tierra de la comunidad del cual figura como propietario, contrariando el título de merced. Acto que vulnera la protección a la propiedad indígena del Lof Kelwe, dispuesta en el artículo 13 de la Ley Indígena, la cual en aquella época se encontraba vigente. Entonces la propiedad pasó a la sucesión Jara mediante el matrimonio Córdoba-Jara y hoy, en el marco de este proceso judicial, sus herederos figuran como presuntas víctimas.

A las afueras del Juzgado se han reunido las familias del Mapu Lof Kelwe. Entre ellas, Ema Cañuquir, nieta del matrimonio mapuche propietario del título de merced: “Tengo mucha rabia en mi piwke (corazón) al ver mi abuelito todo lo que sufrió. Mi papá tenía 14 años cuando perdió a su hermanita pequeña y pasó todo eso. Me contó que lo llevaron junto a mi abuelo y vio cómo lo metían en unos pozos con agua y lo sacaban para torturarlo. Eso no se olvida nunca. Él vivió con eso y así sacaron a mi abuelo y a mi abuela de allá, de su territorio”.

“El Estado ha hecho muchas cosas sin consultarnos, por intermedio de los grandes ricos. Cuando alguien viene a hacer un proyecto con el alcalde Barra lo hacen a puertas cerradas, y si hay un mapuche lo tienen afuera alejado”.

Marisol Cañuquir, también nieta del matrimonio señaló: “Mi abuela siempre hizo uso y costumbre. Subía al cerro, sacaba alimentos, murta, mosqueta, digüeñe, changles, todas las cosas que antiguamente se consumían. Pero con el tiempo el pie del cerro se secó entero porque empezaron a plantar los pinos y eucalipto, y ese arroyo que bajaba se secó. Es una pena subir ahora porque hay que andar con una botella de agua para poder tomar”.

Cuenta que hace dos años la vida del cerro está volviendo a brotar: “Cuando llegamos no había nada, ahora se está volviendo a ver el follaje de los lawen (plantas medicinales) porque se está cuidando, de lo contrario no habría nada porque se estaba secando con las máquinas y los caminos. Es la manera que tenemos de proteger, sin violencia, sin atacar a nadie, sin provocar a nadie, contrario a lo que dicen en esta acusación”.

Los dos primeros días de juicio se han escuchado las pruebas testimoniales por parte del Ministerio Público, comenzando con el testigo Belarmino Jara, quien tiene la sucesión del terreno que se encuentra dentro del título de merced. Se espera que las sesiones se extiendan hasta el lunes 17 de abril, contando con las pruebas testimoniales de la defensa ante el Juez José Luis Maureira.

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